jueves, 25 de septiembre de 2008

Sobre "Botero en Ibagué"

De la visita realizada al Museo de Arte del Tolima (MAT), en la cual se pudo apreciar la exposición del pintor y escultor colombiano Fernando Botero quedan algunas apreciaciones que es bueno tener en cuenta para discutir y construir. Mi conocimiento acerca de obras de arte plástico, como la pintura y la escultura, es poco, en realidad, las apreciaciones que doy son muy parciales y tienen como referencia teoría del arte en general mas no especializada en este campo.

En principio, he de referirme a la técnica y a la forma que expresan las figuras de Botero. Estas hacen parte del primer modo en que el lector puede empezar a dialogar con la obra, quiero decir, la parte sensorial, lo que se capta con los sentidos y que atrapa en un primer momento al público. Desde este aspecto se pude decir que Botero puede manejar bien los pigmentos, puede manejar el carboncillo y sus efectos de luz de una forma muy respetable, muy académica, pero que en cuanto a la forma y la expresión de sus personajes "los gorditos", es muy plano, todos los cuadros se parecen los unos a los otros, son un estudio interminable de una sola obra... ¿cuál es esta? Las imágenes que deberían captar el movimiento de una puñalada en el pecho, no revelan ni el instinto asesino del agresor ni la euforia de la víctima. Un hombre tirado sobre otro, enredado entre sus piernas, ambos muy rígidos y, en escena, un cuchillo que más bien se levanta como un falo que ataca a un hombre con actitud pasiva.

Hay otros casos donde la transformación artistica de la realidad se queda tan corta que la muerte es ridiculizada, re-presentada como se la ha representado desde hace siglos: un esqueleto humano que viene por nuestras vidas en el momento que corresponde, es una osamenta con caderas pronunciadas, una mujer, que se adorna, patrioticamente, con una banda cruzada tricolor. No hay una nueva propuesta para comprender la muerte, no hay un compromiso artistico para encontrar nuevas posibilidades con este tema. Solo basta mirar ese sencillo y poco expresivo montón de huesos sobre los hombros de todos para comprender que allí no hay arte, por más manejo de técnica que Botero maneje.

Desde mi visita al Museo Botero en Bogotá, tuve la duda de encontrarme en cada cuadro con un "gordito" común y corriente, parecían extraños, algo andaba mal con esos gordos. En Ibagué se explicó una particuaridad de la obra de Botero en cuanto a sus peronajes, que en realidad no son gordos; en algunos se pueden apreciar las costillas y otras protuberancias óseas que indican que ese gordo no está tan gordo. La expicación indicó que Botero maneja la reducción, de algunos miembros del cuerpo en relación con otros, como las manos y la cabeza respecto al tronco lo cual da ese efecto de volúmen corporal. En esto veo algo nuevo que no había advertido antes pero que no trasciende.

Para finalizar, hay que decir que las obras expuestas en el MAT son una recopilación que expresan el trabajo artistico (¿artesanal?) de Botero. Sobre todo la pintura en sus diversas técnicas. La obra de este pintor colombiano no ha logrado convencerme de ser un logro artistico "superior", a pesar de haber visitado en una ocasión el Museo Botero en la ciudad de Bogotá. Esta es una apreciación que no cambió después de la visita al MAT en Ibagué. Entre las razones que me llevan a decir esto puedo mencionar, en primer lugar que, en el arte, el espíritu debe orientarse hacia puntos que motiven su sensibilidad y que estimulen la recreación y/o la misma creación, cosa que la "denuncia social" de Botero no logra en mi. Esta resuelta "denuncia social" de la cual escuché y leí varios comentarios, dentro de mi opinión no es más que un cliché intelectual del círculo de intereses pequeñoburgueses centristas, renegados del viejo "dogma" marxista, y que encuntran en la "denuncia" su actuar frente al mundo, condenando la violencia venga de donde venga, que apoya y legitima la actuación estatal a través de sus aparatos de represión, porque ¿qué logra un cuadro donde se expresa el dolor del secuestro? ¿cuales son los alcances de esta falsa denuncia? ¿no polariza al público que hoy en día no hace mas que creer que el problema más profundo del país es el secuestro y solo uno de los grupos que lo realiza? ¿el secuestro no lo practica el estado como táctica contrarrevolucionaria? ¿acaso Botero lo denuncia?
"Leer" la obra de Botero puede darle al lector de este comentario algunas respuestas.

No hay comentarios: